Educar y aceptar: los desafíos pendientes para las personas con discapacidad en Chile

Felipe Olavarría Orrego, Fundador y Gerente General, Fundación Miradas Compartidas

Señor director:

El 17% de la población chilena vive con algún grado de discapacidad, según el Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad. Esta cifra, que representa a más de 3,2 millones de personas, debería ser un llamado de atención para avanzar hacia una sociedad más inclusiva, donde el bienestar de estas personas no dependa de cumplir con mínimos legales, sino de un compromiso genuino con su integración social, laboral y emocional.

Desde la Fundación Miradas Compartidas hemos aprendido que detrás de cada persona con discapacidad hay una historia llena de desafíos, pero también de oportunidades. Muchas veces, lo único que necesitan es ser aceptadas tal como son, y no simplemente “normalizadas”. Esa aceptación comienza en nuestra forma de relacionarnos con ellas, en los espacios que les ofrecemos y en las oportunidades que les brindamos para desarrollarse plenamente.

Uno de los grandes pendientes sigue siendo la inclusión laboral. Aunque el 55% de las empresas cumple con la Ley de Inclusión mediante contrataciones directas, apenas el 1,2% de los trabajadores en Chile tiene alguna discapacidad. En nuestra experiencia, la inclusión laboral va mucho más allá de números ya que es fundamental preparar a las empresas, sensibilizar a los equipos y realizar ajustes razonables para que estas contrataciones no solo sean sostenibles, sino también enriquecedoras para todos los involucrados.

Por otro lado, el deporte sigue siendo una herramienta poderosa para generar bienestar emocional y físico. En nuestras Olimpiadas Inclusivas hemos visto cómo desaparecen las diferencias en la cancha. El trabajo en equipo, la tolerancia a la frustración y el respeto son aprendizajes que transforman vidas. Sin embargo, en Chile solo uno de cada cuatro jóvenes con discapacidad participa en actividades recreativas, una cifra que debemos mejorar con urgencia.

El bienestar de las personas con discapacidad no debería ser un privilegio, sino un derecho. Es tiempo de construir una sociedad donde nadie se sienta “raro” por ser quien es. Esa es nuestra misión, y el desafío que tenemos como país para los próximos años.

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Red Mi País

Atacama,Copiapó, Chile

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